lunes, 30 de junio de 2008

Ciencias para el mundo Contemporaneo: ¿Escuela 2.0?

Leo la noticia que lleva por título Escuela 2.0 y se me iluminan los ojos. El título y el texto que lo acompañan parece indicar que existe la intención de dar peso a las nuevas tecnologías en el currículo de bachillerato. Va bien la cosa... hasta que, tirando del hilo llego al origen de la noticia que no es otro que una nueva asignatura, "Ciencias para el mundo Contemporaneo", cuyo borrador (o un borrador del borrador) fue lanzado a principios del año pasado y cuya definición más precisa se publicó en el BOE 266, de 6 de noviembre de 2007, páginas 45387 a 45389 .

Por poco que uno lea, se da cuenta del tremendo pastiche que puede llegar a ser esa asignatura. Seis bloques temáticos que tocan contenidos tan dispares como el mundo de la ciencia y la investigación, el origen de la vida, los retos tecno-bio-médicos y la sociedad de la información. De hecho, que tenga que ver directamente con la sociedad de la información y las nuevas tecnologías sólo uno, el sexto y último bloque de título "La aldea global. De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento".

Quizás me equivoque, pero la asignatura me suena a un conjunto de contenidos transversales de distintas asignaturas, que han querido hacerse explícitos en una asignatura independiente. En mi opinión todo esto no tiene mucho que ver con la Escuela 2.0. Es un intento, pero se queda muy lejos.

Y lo que remata la noticia es quién, cuando se articule (si no lo está ya), se hará cargo de esta asignatura. Parece ser que los profesores que ahora imparten asignaturas relacionadas con la Biología y con la Física y Química serán los que se encargarán de impartirla. Mirando los contenidos, imagino que la decisión está influida por el porcentaje de los contenidos relacionados con dichas áreas pero, entonces, ¿dónde queda esa importancia de la tecnología? ¿dónde esos profesores que, por su formación, no sólo conocen las tecnologías sino sus posibilidades más allá del Cortar y Pegar en un procesador de texto y que están preparados para, de manera rápida, asimilar novedades e incorporarlas al currículo?

Insisto, la pinta que tiene queda lejos de la Escuela 2.0...

miércoles, 18 de junio de 2008

¿Blog estacional?

En abril empecé este blog teniendo en mente la noción de blog estacional: aquel que dura lo que una estación, es decir, unos pocos meses. ¿Sería éste uno de esos?

Aunque desde ya hacía algunos años venía usando herramientas de tipo blog y wikis, su uso era personal, bien particular o familiar, bien profesional pero privado.

Mantener un "blog profesional" es otra cosa. Como detalla Genís Roca en Consejos prácticos para blogs profesionales y de empresa...
...las posibles claves para el éxito de un blog, y la mayoría de los consejos inciden en la conveniencia de escribir de manera regular, atender a los comentarios, enlazar a terceros, o escribir por convicción y no por interés...
y, ofrece una breve clasificación de los blogs en función del estilo editorial adoptado. Entre ellos está el de "Lecturas y Conceptos" que, salvo error de interpretación, es el estilo pretendido en este blog. Y este tipo de blog supone tiempo, pues trata de aportar a "la conversación" ideas y opiniones basadas en lectura detallada y reflexiva de otros pedazos de conversación.

En ocasiones, en este mundo digital, dejamos a un lado la lectura detallada para hacer lecturas de esas que se dicen diagonales y, en base a ellas, comenzar a opinar, con el riesgo que ello supone. En este punto no podemos sino referir a algunos de los que alzan la voz en contra de la revolución Web2.0, como Andrew Keen o Nicholas Carr. Andrew Keen con su The cult of the amateur y Nicholas Carr, en su reciente Is Google Making Us Stupid?, inciden en la tendencia actual de la rapidez e inmediatez en lo vertido a la conversación digital frente al pensamiento reflexivo.

Si bien estas afirmaciones no son, en mi opinión, ciertas ni aplicables para muchos de los blogs existentes, cuya intención es la rápida dispersión de noticias o novedades de cualquier tipo, si son aplicables a los de tipo "Lecturas y Conceptos". Porque, repito, eso lleva tiempo que, a veces, no se tiene o no se quiere dedicar.

Por ello, quizás la frecuencia de publicación en este blog no sea alta, dependiente, por supuesto, del tiempo que a un servidor le dejen sus obligaciones para esa lectura y reflexión ante temas relacionados con la web 2.0. Pero, detrás de la convicción de escribir, está la convicción de que las ideas y opiniones sin contrastar son un peligro que da argumentos a los detractores de la web2.0, a los que quieren controlar los blogs, a los que opinan que Internet es un peligro... Y eso si que no.

También puede mezclarse el estilo editorial y combinar la reflexión con la noticia y el eco de las novedades. Pero eso es algo que todavía tengo que aprender a hacer...

miércoles, 11 de junio de 2008

Perseguir antes que educar

Leo la noticia La Eurocámara sienta las bases para regular los blogs en la edición digital de El Pais y me vuelve a la cabeza lo de siempre: es más fácil perseguir que educar.

Lo pedido no dejan de ser una recomendación y la jurisprudencia de cada país es la que sienta las bases para la regulación de todo este pequeño gran follón que constituye Internet. Pero lo preocupante es la tendencia. Ante la posibilidad de desinformación, contrainformación, difamación y demás tropelias que puedan hacerse con la palabra (hablada o escrita), se ofrece la persecución, cuando la educación digital (y sin digital, la buena educación) bastaría para evitar problemas.

Como decía aquel: lee; lee más; (añado) lee aún más; y cuéntalo.

Y es lo que debemos decirles a nuestros alumnos, a nuestros hijos, a nuestros amigos: si encuentras algo, búscalo en más sitios. Contrasta, verifica las fuentes, quién lo ha dicho. Si alguien no firma, no te fías. No es necesario que nadie me lo recomiende, ya lo hacemos en la vida real. No es necesario que nadie regule ni persiga una opinión que no está firmada, el ser humano se autoregula. Y si alguien no lo hace, enséñale a hacerlo.

Y si la sociedad entera no lo hace (de lo que por desgracia, hay algunos ejemplos) no lo persigas, piensa por qué está pasando y arréglalo... educando.

martes, 10 de junio de 2008

Comunicándose en la red

Hoy he recibido un correo como el siguiente:


Asunto: Pedido P-4

Contenido del Mensaje:

Hola

Me puedes enviar tu pedido a través de un correo
electrónico, o un SMS. Te lo agradecería mucho.

Un
saludo,
Mari

email: aaaaa@gmail.com
Teléfonos: xxx-xxx xxx,...

Mi primera impresión ha sido que se habían equivocado y, por eso, he contestado diciendo que posiblemente no era yo el destinatario del mensaje. Al poco he recibido otro mensaje aclarando el asunto: sí era yo el destinatario pues el mensaje refería a la solicitud del pedido mensual que hago a un proveedor de libros a domicilio (y lo dejo ahí...)

¿Dónde está el error de comunicación, entonces? A bote pronto, veo tres y muy claros: no hay identificación del remitente; el asunto del mensaje es incomprensible para el destinatario; y el contenido del mensaje no muestra el propósito real del mismo.

Hubiera bastado con una pequeña pista para aclararlo todo: que la firma incluyera datos sobre la empresa a la que se pertenece; que el correo electrónico no fuera genérico (gmail) sino de empresa; que el asunto o el mensaje dijese explícitamente que es un pedido de libros de la empresa XXXX que le da servicio; etc...

Pero no. Y el problema general es el de siempre. El error está en creer que el ciudadano ya es un nativo digital, como decía en el post Alumno digital... y que no es necesaria la formación en las nuevas tecnologías. Quizás la formación técnica no, pero formar en un correcto uso me sigue pareciendo fundamental.

El problemilla de comunicación origen de este mail se podría solucionar si todo el mundo que usa el correo electrónico tuviera unas mínimas nociones de "protocolo", igual que se nos enseñaba de pequeños a cómo redactar una carta. Un ejemplo son los libros "Urbanidad y buenas maneras en la red" y "Enviar. Manual de estilo del correo electrónico" que deberían ser libros obligados en cualquier curso de comunicación profesional o empresarial.

Y como este ejemplo, tantos otros...